Cuando el cáncer de pulmón se detecta sólo por los síntomas -como tos persistente o infecciones torácicas repetidas-, a menudo ya se encuentra en una fase avanzada. En este punto, las opciones de tratamiento son limitadas y las posibilidades de supervivencia se reducen significativamente. Detectar el cáncer antes aumenta la probabilidad de que los tratamientos sean eficaces, lo que mejora las tasas de supervivencia.
La tomografía computarizada de baja dosis (TCBD) puede detectar el cáncer de pulmón en una fase temprana en personas que no presentan síntomas, porque es capaz de detectar nódulos pulmonares diminutos. Sólo se recomienda a personas de 50-80 años con un
Los cribados también pueden revelar otros problemas de salud graves, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o las cardiopatías, lo que permite un seguimiento y una intervención oportunos.
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